viernes, 5 de julio de 2013

Quinta Entrega

el comienzo del fin -mayo del '98- 

Mariano estaba sentado tranquilo en una plaza de la ciudad cuando vio una mujer que creyó reconocer. Sacó la foto que siempre llevaba en su bolsillo y que por las noches guardaba bajo su almohada desde que era chiquito y lo comprobó, esa mujer era el calco idéntico de su madre. La señora se acercó, cruzaron miradas, compró un par de aros. Mariano no pudo emitir más palabras, solo la siguió.
La mujer llegó a una casa muy linda y antes de entrar salió de la misma un señor, Mariano volvió a mirar la foto. Ya no había lugar a dudas, eran sus padres.
Mariano se perdió en el día, en la noche. Varios días y varias noches.
Le ganó el odio por sus padres, ya no importaba las ganas que tenía de conocerlos. Por varios días los siguió. Tenía un hermano de casi su misma edad a quien empezó a odiar desde el primer momento en que se enteró de su existencia y a cada segundo el odio crecía. No lo podía soportar, esa tendría que haber sido su vida.

anonimous

El 10 de mayo del '98 llegó la primera amenaza:
"Los encontré, se cada uno de sus pasos. El destino opera a mi favor"
Mis viejos no entendieron nada hasta que llegó la segunda frase el día siguiente:
"Son los que me abandonaron y yo soy el abandonado. Los tengo en la mira"
Pasó otro día y consigo llegó un nuevo mensaje:
"Sé que mi hermanito tiene su familia feliz viviendo con ustedes, que se vaya lejos sino se van a arrepentir. Se van a quedar sin nietos, sin yerno, sin hijo, o mejor dicho les va a quedar un solo hijo, yo"
El 27 de mayo llegó el anteúltimo mensaje:
"Muy bien. Ahora es momento de desaparecer."

No hay comentarios:

Publicar un comentario